Presentamos una excelente oportunidad en pleno corazón de Ses Salines: una amplia casa de pueblo de dos plantas, ideal para reformar y convertir en una vivienda única con todo el encanto mallorquín.
La propiedad, construida en el año 1810, cuenta con una superficie construida de 160 m² y una superficie habitable total de 212 m², ofreciendo múltiples posibilidades de redistribución.
Distribución actual:
Planta baja: espacioso salón-comedor, dos habitaciones, un baño completo y una gran cocina con carácter tradicional.
Primera planta: amplia terraza exterior, dos habitaciones adicionales y un gran trastero/almacén que ofrece la posibilidad de transformarse en más dormitorios, zona de trabajo o espacios de ocio.
La vivienda se encuentra en una calle tranquila, goza de mucha luz natural y ofrece un enorme potencial para diseñar un hogar a medida, ya sea como residencia habitual, casa vacacional o inversión.
Una oportunidad única para quienes buscan una propiedad auténtica con carácter mallorquín y gran capacidad de revalorización tras una reforma.